Hoy quiero hablarte de otra herramienta maravillosa para mi, la disciplina positiva (DP). La conocí de manos de Bei a través de su blog, y decidí hacer éste curso suyo. Recientemente he visto a su mentora, Marisa Moya en ésta charla, te animo a que le eches un vistazo si no conoces nada de disciplina positiva.
Para mí la DP supuso un antes y un después en mi relación con el mundo y sobre todo en mi forma de estar en él. Me di cuenta de que para criar a mis hijes como yo quería, primero me tenía que criar a mi. Es algo duro, y que lleva su tiempo. De un día para otro es complejo tratarnos con amabilidad y respeto, siendo firmes al mismo tiempo. Pues imaginaos lo que nos costará hacerlo con les peques si no somos capaces casi ni de intentarlo con nosotras mismas.
![](https://encarnallor.com/wp-content/uploads/2020/07/pexels-photo-1756336-scaled-e1600604771517-1024x1008.jpeg)
Así me armé de valor y junto a mi pareja me embarqué en la aventura de ser mejores para nosotros mismos. Descubrimos otra forma de tratarnos al descubrir otra forma en la que queríamos ser tratados. Comenzamos a tratar de conectar, de empatizar. Con ésto surgió el respeto. Y nos ha ido llevando a otras herramientas. A mi por ejemplo me ha conducido a la comunicación no violenta. Y al trabajo con mi herida primaria (os lo cuento es otra entrada próximamente).
Lo que creíamos que hacíamos por nuestres hijes, en realidad debíamos hacerlo primero por nosotres. Y puedo decir que darnos cuenta de ello nos está salvando como familia, como responsables de nuestras hijes, como pareja y como personas.
Desde mi perspectiva es urgente que aliviemos nuestras cargas y seamos capaces tratarnos con amabilidad. Sólo así podremos ver y ser el amor que necesita el mundo. Todo es posible con amor.
Encarna Llor