Llevo un tiempo queriendo escribir sobre uno de los mayores errores a la hora de tratar con el tema de los animales de poder.
Tenemos, sí yo también, la creencia de que un animal de poder nos habla de nosotres. Que nos dice cómo somos, qué habilidades tenemos o en qué fallamos.
Ésto es así porque buscamos un refuerzo externo de nuestra personalidad. Así tenemos una justificación o motivo para nuestras conductas, y podremos perpetuarlas con cierta tranquilidad a pesar de que no nos benefician en su totalidad. También, satisfacemos nuestra necesidad de pertenencia al poder identificarnos con otras personas que tengan el mismo animal.
Es cierto que ha habido personas que lo han vendido como un identificador de personalidad. Por eso cuando hablamos de elles, la gente pregunta, «¿qué significa?» Yo te aseguro que ésta manera de verlo es muy limitante.
Para mi un animal de poder es una energía externa a nosotres que nos acompaña para que podamos atravesar diferentes momentos de nuestra vida , dándonos un empujón extra, para ver aquello que no vemos. Ésto es, no sirve para decirnos cómo somos si no cómo podemos llegar a ser quienes queremos ser.
Nos ayudarán en momentos puntuales con cuestiones prácticas del día a día, habrá algunes que vengan para estar un tiempo apoyándonos. Y, habrá otres que estarán toda una vida a nuestro lado. Ayudándonos a remover nuestras creencias y valores más profundos.
Como os he contado en redes sociales, uno de mis animales de poder es la orca. Me acompaña desde la niñez. Lleva unas semanas llamando a mi puerta y hoy he decidido dejarla pasar. Así que aquí estoy dándome voz, siguiendo mi camino, como ella me ha mostrado.
¿Te gustaría conocer los animales de poder que te acompañan?
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Gracias por estar aqui.